FUNDADORES DEL OBSERVATORIO METEOROLÓGICO
DEL COLEGIO DE GEOGRAFÍA
En 1957 el Dr. Jorge A. Vivó (ver biografía), Jefe del Departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras, que ya se había ubicado en la Ciudad Universitaria, tuvo a bien considerar que, para mejorar la enseñanza de la Meteorología, que se venía impartiendo desde hacía buen tiempo en la preparación de los maestros en Geografía (título de aquel entonces), era menester contar con un Observatorio meteorológico, donde los estudiantes aprendieran el manejo práctico del instrumental meteorológico, sino que también, a la par con asignaturas como la Climatología y la Cartografía, supieran elaborar mapas sinópticos del tiempo atmosférico y mapas climáticos. Con tal fin, dispuso que la Mtra. Dolores Riquelme (ver biografía) se encargara del proyecto, y se preparará en el manejo del instrumental meteorológico y en todo lo concerniente a la depuración de las observaciones atmosféricas conforme a los estándares internacionales aplicados en universidades de los Estados Unidos y por la World Meteorological Organization (WMO); a la par, el Dr. Vivó también envió a la Mtra. Teresa Ayllón Torres (ver biografía) a especializarse como meteoróloga.
Para 1958, la Mtra. Riquelme donó su salario como encargada de tal proyecto y con tal dinero se compraron los primeros instrumentos meteorológicos, que se instalaron en el lugar elegido para dicho Observatorio, mismo en que hoy día se encuentra, a un costado de la Alberca Olímpica de la Ciudad Universitaria, ya que ahí se encontraba el área deportiva y las condiciones necesarias (estar prácticamente al aire libre), para que las mediciones, como se ha dicho, se apegaran a las normas internacionales fijadas por la World Meteorological Organization (WMO), sin embargo, fue hasta el 1 de enero de 1963, en que se comenzó a llevar registro de dichas observaciones realizadas a las 7 a.m., a las 12 p.m. y a las 18 p.m., labor que requería una permanente atención, por lo que se involucró y preparó a los propios estudiantes de la carrera en dicha tarea, entre ellos, al entonces estudiante Francisco Hernández Hernández, quien luego llegó a ser profesor del Departamento (hoy Colegio) de Geografía, entre sus asignaturas estuvo la propia Meteorología, que comenzó a impartir en 1973 y que no abandonó sino hasta el día de su jubilación, 44 años después. (ver biografía).
Entre otros estudiantes y profesores que han laborado y enseñado la Meteorología, Laboratorio de Meteorología, entre, 1963 y el año 2000, están el Dr. Ramón Sierra Morales, José G. Camacho Salazar, Abraham Miranda, Cristóbal Salinas Bernal, Benito Sánchez Huerta (actual Responsable del Observatorio), Juan Carlos Gómez y Sergio Pacheco, éste último, durante su Servicio Social, hacia fines de los 80’s y con el impulso del Mtro. Camacho comenzó a digitalizar la información del Observatorio, aunque años antes, aquel había publicado, con el patrocinio de la propia Facultad de Filosofía y Letras, los primeros cuatro Boletines de Temperatura Media, Temperatura Mínima, Temperatura Máxima y de Precipitaciones mensuales.
En cuanto a la formación del geógrafo, gracias a las prácticas meteorológicas que se han venido realizando por más de 50 años y, al conocimiento teórico que se enseña, tanto en Meteorología, Laboratorio de Meteorología, Climatología , Climatología de México, Cartografía general, Cartografía temática, Agroclimatología y Geografía Física, entre otros cursos, la actividad profesional es común en el Servicio Meteorológico Nacional, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias(INIFAP) y la Secretaría de Agricultura, entre otras dependencias gubernamentales.
Gracias al esfuerzo, de varias generaciones, el Observatorio Meteorológico del Colegio de Geografía, tiene hoy una archivo -base de datos- digital más importante de México, pues reúne información diaria del 1 de enero de 1963 a la fecha, que constituyen alrededor de 430,000 registros de presión atmosférica, temperatura media, temperatura máxima, temperatura mínima, precipitación, humedad relativa, evaporación, nubosidad y vientos, entre otros, siendo la base de datos meteorológica más importante de México y, cabe mencionar que el Archivo Meteorológico del Colegio de Geografía, de la Facultad de Filosofía y Letras es Patrimonio Científico Inalienable de la UNAM.